La Noche de los Lápices y la militancia juvenil

La Noche de los Lápices recuerda el secuestro de seis estudiantes secundarios en La Plata, los que fueron salvajemente torturados y posteriormente desaparecidos.  Ellos eran militantes políticos, miembros de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y formaban parte de un grupo de estudiantes que luchaba por el boleto estudiantil. La policía de la provincia de Buenos Aires había dispuesto un operativo de escarmiento para los que habían participado de esa campaña, considerada por las Fuerzas Armadas como "subversión en las escuelas".

Este episodio trascendió a toda la población durante el Juicio a las Juntas realizado durante el gobierno de Alfonsín donde dieron su testimonio otros estudiantes, también secuestrados el 16 de septiembre de 1976 pero posteriormente liberados

Ahora sabemos que no fue la única noche de los lápices; que hubo otras (1).  En estos días -por Radio Nacional- la periodista Irina Hauser contó sobre la represión en el colegio Ceferino Namuncurá, de la zona norte de la ciudad de Buenos Aires, donde fueron secuestrados estudiantes y docentes comprometidos políticamente. 

Norma y Adriana Suzal y Gerardo Salcedo.
Ellas fueron secuestradas.Los padres de él fueron asesinados.

“Uno no dimensionaba mucho lo que era hacer un centro de estudiantes en una escuela religiosa en esa época”, piensa en voz alta Adriana Suzal. Tal vez, repasa ahora, lo empezó a entrever después de octubre de 1976 cuando en cuestión de días la secuestraron a ella, a su novio, a su hermana, a compañeros y sus parejas, a docentes y preceptores, todos del mismo colegio parroquial, el Ceferino Namuncurá de Florida. Unos meses antes habían asesinado en un operativo a Esperanza Cacabelos, que era profesora de historia, y secuestrado a su hermano José Antonio. Excepto Esperanza, que murió acribillada, los demás estuvieron secuestrados en la ESMA. Los que sobrevivieron se reencontraron este año y contactaron a familiares de quienes siguen desaparecidos (...)  y pondrán dos baldosas en la puerta de la escuela para recordarlos.

Movilización en 1992

En Bariloche, cuando terminó la dictadura, desde mediados de los 80s, en consonancia con lo que ocurría en las grandes ciudades del país, la participación juvenil estaba centrada en la refundación de los espacios institucionales (2).  Grupos de jóvenes respondían a las convocatorias de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, las juventudes partidarias estaban en auge y tenían alta incidencia en los Centros de Estudiantes Secundarios y Universitarios.

Ya en los 90s, La Noche de los Lápices fungió como inspirador del activismo estudiantil que ya era autónomo, independiente de estructuras partidarias. Hubo idas y vueltas, una  estudiante del secundario en los 90s cuenta "un 16 de septiembre éramos seis chicos y encima llovía... igual nos caminamos todo cargando nuestro cartel". 

Grupos estudiantiles realizaban programas de radio y movilizaciones en recuerdo de los secundarios desaparecidos. Se relanzaban los Centros de Estudiantes. Se proponía al 16 de septiembre como "día del estudiante comprometido".   

Hoy, cuando el derecho a la movilización popular está internalizado en la sociedad, vemos en Bariloche a los estudiantes bregando por defender e incrementar sus derechos.  Así lo vimos el año pasado cuando ocuparon el centro cívico, argumentando con las autoridades municipales, encarando el problema del transporte público.




(1) http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-228511-2013-09-07.html
(2) L. Kropff, "Clase, etnicidad y edad en el movimiento estudiantil-juvenil barilochense en la década de 1990".  3ras Jornadas de Historia de la Patagonia. San Carlos de Bariloche, 6 al 8 de noviembre de 2008.
http://www.hechohistorico.com.ar/Trabajos/Jornadas%20de%20Bariloche%20-%202008/Kropff.pdf